Jarana beat nos enseña el Tze Ollin movimiento I

Viernes, 12 Junio 2020 16:49

Después de 12 años de trabajo musical en Nueva York, Jarana Beat presenta 'Tze Ollin - Movimiento I', la primera parte de su álbum 'Vibración por Simpatía' bajo la dirección musical y artística de Sinuhé Padilla Isunza. El álbum será un documento sonoro que nos muestra cómo se reencuentran las raíces indígenas, andaluzas y del oeste africano, a través de los 'folklores primos' que conviven y se recrean en la gran manzana.

'Tze Ollin - Movimiento I' consta de las primeras cinco canciones del álbum que llegará para el otoño 2020. Su Sonido es new folk o mexican contemporary folk.

Fue grabado y mezclado en Jarana Records por Sinuhé Padilla-Isunza. La asesoría de mezcla es de Kamilo Kratc y la masterización por Luis F. Herrera en Masterhead Lab Mastering Studio (GRAMMY Winner). Como primer anticipo se presenta el videoclip de 'Diablos' con el que empezamos a conocer un poco el sonido que trae la agrupación en su nueva producción.

Diablos! es un homenaje a la diáspora africana que vive presente en la música latinoamericana. El videoclip se basa en las danzas de los diablos de la región de la Costa Chica en México y juega con personajes de diferentes festividades tradicionales latinoamericanas llamados Diablos (México), Diablitos (Perú) y vejigantes (Puerto Rico), todas estas en un nuevo contexto urbano. Se grabó en diferentes locaciones del Bronx, New York, incluyendo tomas en el Subway. Los vestuarios son de la artista plástica mexicana/newyorquina Laura Anderson Barbata.

"Estos 'Diablos' se tratan de seres juguetones, traviesos, emprendedores y fugaces; Son los que abren y cierran los caminos... Por eso es la primera canción del Movimiento I, del álbum Vibración Por Simpatía" - Sinuhé Padilla.

Jarana Beat es raíces, conciencia social, resistencia, inmigración, activismo, orgullo e identidad. Su sonido y su mensaje, buscan rescatar los valores y el respeto por la música ancestral y cómo ésta nos alimenta y sigue vigente. La agrupación empieza a proyectarse como un referente de la música folklórica contemporánea en Nueva York y en el mundo. Su puesta en escena es para todos los públicos con un lado social, educacional y también divertido.